La construcción y el mantenimiento de carreteras en zonas turísticas no se parecen a una obra “normal”. Aquí el calendario manda: cuando llegan los visitantes, el tráfico se dispara, el pavimento sufre y cualquier corte se nota… y se comenta. A estos condicionantes se suman factores propios de entornos costeros y turísticos: humedad, salinidad, episodios de lluvia intensa, normativas estrictas, sensibilidad ambiental y la necesidad de coordinarse con múltiples servicios urbanos. En conjunto, son retos de la construcción que obligan a afinar la planificación y a ejecutar con precisión.
En este artículo repasamos 7 retos de la construcción vial en zonas turísticas y cómo abordarlos con soluciones prácticas. También verás cómo lo trabajamos en Grupo MOA, con experiencia en la provincia de Alicante y proyectos en entornos de alta afluencia, combinando calidad, control y logística para que la obra avance sin convertir la zona en un laberinto.

1. Tráfico estacional: cuando la carretera trabaja el doble
En una zona turística, el tráfico puede multiplicarse en pocos días. Más vehículos, más frenadas, más maniobras y, en muchos casos, más carga por transporte de suministros. El resultado es claro: más desgaste y más probabilidades de que aparezcan deformaciones, fisuras o baches.
La respuesta empieza por el calendario. Siempre que sea posible, conviene programar las intervenciones en meses de menor afluencia. Así se reduce el riesgo, se trabaja con más seguridad y se evitan impactos en la movilidad que afectan a vecinos y visitantes.
Cuando no queda otra que intervenir “en temporada”, hay tres ideas que ayudan a sobrevivir con dignidad (y sin ganar enemigos):
- Fases de obra cortas y bien delimitadas, para no bloquear tramos largos.
- Desvíos claros y señalización anticipada, antes de que el conductor improvise.
- Comunicación práctica, con información simple sobre tiempos, accesos y alternativas.
En Grupo MOA solemos integrar planificación de fases, señalización y coordinación con las autoridades para mantener la circulación lo más fluida posible, incluso cuando la zona está a pleno rendimiento.
2. Desgaste acelerado del pavimento: el enemigo silencioso
El pavimento en zonas turísticas suele vivir una vida intensa. A la carga del tráfico se suman condiciones ambientales que pasan factura, especialmente en áreas costeras: humedad, salinidad y cambios térmicos que favorecen la aparición de grietas y pérdida de prestaciones.
Aquí el “qué” importa tanto como el “cómo”. Elegir la mezcla adecuada y dimensionar correctamente las capas es una decisión técnica que marca la diferencia entre un firme que aguanta y otro que pide auxilio demasiado pronto.
Para reducir este problema, conviene trabajar con:
- Mezclas asfálticas adaptadas al uso real del vial.
- Espesores y capas coherentes con las cargas previstas.
- Compactación y extendido controlados, porque una ejecución irregular se paga.
En Grupo MOA damos mucha importancia al control de calidad, tanto en planta como en obra. Tener laboratorio y equipo técnico permite verificar que lo que se proyecta se ejecuta como toca, con trazabilidad y criterios medibles.
3. Logística de obra: mejorar sin molestar (demasiado)
Una obra vial en una zona turística no solo se ve: se siente. Afecta a accesos, recorridos peatonales, transporte público, carga y descarga, emergencias… y al humor general.
Por eso, uno de los principales retos de la construcción en estos entornos es conseguir que la intervención avance sin convertir el día a día en un caos. Aquí la logística es casi tan importante como el asfaltado.
Las estrategias más habituales para minimizar impacto son:
- Cierres parciales de carril, manteniendo circulación cuando se puede.
- Trabajos nocturnos o en franjas de baja afluencia, si la normativa lo permite.
- Señalización clara y segura, pensando también en peatones.
- Planificación por hitos, con recursos listos para no “parar y arrancar”.
En proyectos en zonas de alta ocupación, como ocurre en áreas turísticas de Alicante, la diferencia suele estar en la coordinación: equipos, suministros, accesos y tiempos bien alineados.
4. Clima y ambiente marítimo: humedad, lluvia y sal en la misma receta
Las condiciones costeras son exigentes. La combinación de humedad elevada, lluvias puntuales intensas y ambiente salino acelera el envejecimiento del firme y puede favorecer problemas de adherencia y degradación superficial si no se diseña bien.
Para afrontarlo, se trabaja desde el diseño y desde el mantenimiento preventivo:
- Drenaje eficaz: si el agua se acumula, el pavimento pierde.
- Soluciones que mejoren la evacuación, como capas o diseños adaptados.
- Revisiones antes y después de la temporada alta, para detectar daños a tiempo.
En Grupo MOA solemos insistir en una idea simple: en costa, el agua no perdona. Planificar drenajes y controles reduce intervenciones urgentes… que son las más caras y las más molestas.
5. Normativa y seguridad vial: aquí no vale “ya lo apañamos”
En zonas turísticas, las exigencias de seguridad y señalización suelen ser especialmente estrictas. Hay más peatones, más bicicletas, más movilidad “imprevisible” y, a menudo, una convivencia intensa entre residentes y visitantes.
Cumplir normativa no es un trámite: es una condición para que la obra sea viable y segura. Los puntos críticos suelen estar en:
- Señalización temporal de obra, visible y coherente.
- Itinerarios seguros para peatones, sin obligar a cruzar “a lo valiente”.
- Gestión del tráfico, con desvíos y accesos bien definidos.
- Coordinación con emergencias, para no bloquear rutas esenciales.
En MOA integramos la seguridad vial como parte de la planificación: no es un “extra”, es una fase más, con supervisión técnica.
6. Coordinación con servicios urbanos: bajo el asfalto pasan muchas cosas
En entornos urbanos y turísticos, el pavimento es solo la capa visible. Debajo suele haber redes de agua, electricidad, telecomunicaciones, saneamiento y, en algunos casos, actuaciones previas o futuras planificadas por otras áreas.
Si no se coordina bien, aparecen los problemas clásicos: cortes imprevistos, retrasos, interferencias y la temida frase “hay que volver a abrir”.
Para reducir riesgos:
- Se definen fases compatibles con otras actuaciones.
- Se revisan interferencias y accesos con antelación.
- Se coordina con operadores y administraciones.
- Se mantiene una comunicación operativa, simple y constante.
La experiencia en obra urbana ayuda mucho aquí: saber coordinar equipos y tiempos evita duplicidades y reduce molestias innecesarias.
7. Sostenibilidad: menos impacto, misma exigencia
La sostenibilidad ya no es un “bonus”. En zonas turísticas, además, la sensibilidad social es mayor: ruido, polvo, residuos y emisiones se notan más… y se toleran menos.
Aun así, sostenibilidad no significa bajar la calidad. Significa ejecutar mejor, con métodos y decisiones que reduzcan impacto sin comprometer la durabilidad.
Algunas prácticas habituales para lograrlo:
- Optimizar logística y tiempos, para reducir desplazamientos y esperas.
- Gestionar residuos de forma responsable.
- Aplicar soluciones que favorezcan la eficiencia en ejecución.
- Planificar horarios para minimizar ruido y congestión asociada.
En Grupo MOA trabajamos para equilibrar durabilidad, seguridad y respeto por el entorno, porque una obra “limpia” no es solo más agradable: suele ser también más eficiente.

Cómo superar los retos de la construcción vial en zonas turísticas
Los retos de la construcción vial en zonas turísticas obligan a mirar más allá del asfalto. Tráfico estacional, clima costero, logística, normativa, coordinación urbana y sostenibilidad forman un puzzle exigente donde la improvisación sale cara.
Si tuviéramos que resumirlo en tres ideas, serían estas:
- Planificación por fases para reducir impacto y mejorar seguridad.
- Materiales y ejecución adaptados al entorno y al uso real del vial.
- Control y coordinación para evitar retrabajos y sorpresas.
En Grupo MOA abordamos este tipo de proyectos con enfoque técnico y operativo: experiencia en la provincia de Alicante, planificación realista, equipos especializados y control de calidad para que la obra sea segura, duradera y compatible con la vida de la zona.
¿Tienes un proyecto en un entorno turístico o urbano de alta afluencia? Contacta con Grupo MOA y te ayudamos a definir la solución más adecuada, desde la planificación hasta la ejecución, con criterios de durabilidad, seguridad y sostenibilidad.